EL BOSQUE MAGICO

EL BOSQUE MAGICO
El bosque sagrado

jueves, 31 de marzo de 2011

LA SRITA. FIELS DE FINDHORN



La mañana de ayer fué muy interesante, ya que visité al Bardo.

Al llegar a su hermosa casa en medio del bosque, estaba limpiando algunas caserolas grandes que tenían restos de comida.

Se encontraba muy contento limpiándolas y me comentó que había estado con unos amigos que hacen una gran labor por enseñar a otros a trabajar en armonía con la naturaleza.

No me pareció algo extraordinario, cuando derrepente después de un gran silencio entre nosotros, acompañado únicamente del ruido de las cacerolas al agua, el Bardo me preguntó..... Crees en las hadas?.....




Debo admitir que con esa pregunta, en cuestión de segundos, mi mente voló y recordé de una página web donde leí sobre unas niñas, a las cuales, se les aparecían las hadas e incluso se tomaron una foto con ellas, me refiero a el caso de las hadas de Cottingley, donde las chicas Frances Griffiths y Elsie Wright tenían trato contínuo con ellas.


Aquel relato lo leí hace años, dejándo una huella en mi memoria y otra en el corazón, ya que deseaba fervientemente que todo fuera cierto, por que a pesar de ver aquellas fotos, siempre algunos insisten en quitarnos la fé, diciéndonos que cualquier listo y diestro en el arte de la fotografía, puede poner o quitar imágenes, destrozando la luz de la esperanza, de que esos maravillosos seres existen.....así que logré titubear ante mi respuesta......opté por la salida fácil, respondiéndole al Bardo un: " no lo sé...creo... que si existen..."



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El Bardo haciéndome una mueca no agradable, siguió con sus cacerolas al tiempo que me contaba lo siguiente:


De niño mi madre solía hablarme de ellas, decía que las veía correr o volar por el Jardin, debo recordárte que mi Madre vivía en Escocia, su casa estaba rodeada de macetas y plantas por doquier que miraras; ella en tiempo de verano, cada mañana conversaba con las flores mientras les quitaba la basurilla, parecía que hablaba con alguien por largo tiempo, en realidad, yo me reía por que eso de hablar sola con unas flores..... me parecía mucha imaginación.

Cuando por fin mi madre dejaba el jardín y entraba a casa, me comentaba que la Señorita Fiels venía de Findhorn,a conversar con ella, era un hada que le contaba sobre unos chicos llamados Eileen y Peter Caddy, que eran sus amigos,quienes ayudados por espíritus de la naturaleza ( elementales, hadas, devas) tranformaron una zona salvaje y baldía de Escocia, en una frondosa huerta repleta de enormes verduras.

Ahora, en la actualidad, ese lugar se ha convertido en una comunidad dedicada a gente que guste de aprender métodos para vivir y cultivar mejor, conectándose con éstos seres y aprendiendo a recibir consejos y ayuda para sus huertos.

Desde que la Srita. Fiels nos visitaba, mi madre comenzó a frecuentarles y llevarles algunas cosas y con el paso del tiempo yo también, me fuí uniendo a esta comunidad y una vez al mes nos reunimos para comer juntos y conversar sobre las mejoras ambientales, dijo el Bardo.

Después de éste relato de mi gran amigo, recordé las inumerables veces que recorrí las laderas de el Río Alb en Alemania, de donde desde los principios de la Selva Negra, destellaban lucecillas que aparecían y desaparcían bajo la sombra de los árboles.

La majestuosidad de aquel lugar que invitaba a hablar MENTALMENTE o TELEPATICAMENTE con los árboles y el resto de la naturaleza, llegué incluso a pedir ayuda para ciertas cosas, protección para viajes, comunicación profunda interior, medicina herbolaria para mi familia, etc., sabía que alguien me escuchaba, pero mis ojos no veían a nadie, era una especie de intuición.





La Srita. Fiels le dijo a la Mamá del Bardo que:

Hay misterios en los bosques y la naturaleza, cuando uno se adentra en ella, el conocimiento de lo que no se ve, empieza a tomar forma exterior y se manifiesta en nuestro interior comprendiendo los misterios del universo.


Ahí en el jardín o en el bosque, los espíritus de la naturaleza asisten a todo aquel que se lo pida, a cambio y en agradecimiento uno puede dejar algo como cuarzos, monedas, incienso en polvo, miel, azúcar morena, en reconocimiento a su ayuda, para embellecer, armonizar y colaborar con nosotros en alguna situación, ellos siempre ayudan a la mejora de nuestro planeta.

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